La Costilla de Adán (“Monstera deliciosa”) es una especie de trepadora, con raíces aéreas, originaria de las selvas tropicales de Centroamérica, donde puede alcanzar más de 20 m de alto con hojas de casi 1 m² de superficie.
En climas menos favorables, es utilizada como planta de interior, por su follaje ornamental, pero es sensible a la calefacción, con lo cual es aconsejable pulverizar sus hojas con agua frecuentemente.
Para su cultivo en exterior, su temperatura ideal es entre 20ºC y 30ºC, por debajo de los 10ºC su crecimiento se estanca, cosa que es necesaria durante el invierno para tener un periodo de descanso, aunque no tolera heladas prolongadas, ya que la planta puede llegar a morir.
Su cultivo en maceta limita su crecimiento (difícilmente superará los 2 m de altura), pero es totalmente compatible. En un macetón de unos 60 cm de diámetro podemos conseguir una ejemplar de un tamaño considerable. Es necesario un sustrato rico, o bien abonado con aporte orgánico.
Se añadirá abono químico en crecimiento vegetativo cada 15 días, principalmente durante la primavera y el verano.
Su exposición correcta en exterior es a la sombra o semisombra, con sol solamente en las horas de menos radiación.
El riego debe ser moderado, cuando el sustrato comience a secarse, y nunca debe llegar a encharcarse, hay que tener en cuenta que el agujero de drenaje de la maceta esté correctamente. En invierno se regará muchísimo menos, pero también teniendo en cuenta que el sustrato no se seque totalmente. Un exceso de riego en invierno daría lugar a un amarilleo de las hojas, para volverse marrones posteriormente.
Puede llegar a florecer en condiciones ideales, es decir a una temperatura de 20 a 30ºC y con una alto índice de humedad ambiental. Difícilmente lo hará en cultivo de interior. De su floración produce un delicioso fruto con sabor a piña, con la particularidad que si no ha madurado totalmente (necesita muchos meses) es tóxico.
Es posible su multiplicación mediante esquejes en verano ( a unos 25ºC) o por acodos. En nuestro clima es prácticamente imposible realizarla mediante semillas.
No suele ser muy atacada, aunque sus enemigos suelen ser ácaros y cochinillas. Se recomienda tratar preventivamente.
Puede padecer hongos que se manifiestan como lesiones amarillas o marrones en las hojas.