“Cyclamen spp.” es una planta con hojas muy decorativas, que florece desde el otoño hasta la primavera, siendo su periodo de descanso el verano. Puede alcanzar una altura de algo más de un palmo, y sus flores se suelen presentar en tonos rojos, rosados y blancos.
Aunque se venden muchas veces como plantas de interior, prefieren estar al aire libre en semisombra, la sombra total puede producir floración muy dispersa.
Diversas variedades pueden aguantar temperaturas de hasta 10ºC bajo cero, aunque en tales condiciones dejan de florecer temporalmente. Por otro lado no suele gustarle las temperaturas superiores a los 20ºC, factor que se ha de tener en cuenta si se quiere cultivar en interior.
Se pueden dar bien en recipientes de unos 20 cm de diámetro, con lo que habrá que trasplantar normalmente, ya que suelen venderlos en macetas mucho más pequeñas que limitan el crecimiento y la floración de la planta. Se puede crear una bonita composición, plantando varios en macetones grandes.
Tenemos que tener cuidado a la hora de regarlos, ya que si se riega en exceso la planta se llega a pudrir. Si la hemos plantado en un recipiente relativamente ancho, regaremos evitando mojar el centro de la planta. Para macetas pequeñas, puede regarse sumergiendo la planta en agua durante unos minutos y dejando posteriormente escurrir.
Durante la floración, abonaremos cada 15 días para prolongarla. Después de la floración debemos dejar descansar a la planta, para ello podemos hacer dos cosas: extraer el bulbo y guardar en sitio fresco y seco para volver a sembrar al otoño siguiente, o bien, dejarlo donde está olvidándonos de que existe, y regar solo muy de vez en cuando para que no se seque completamente.
Aunque le gusta una cierta humedad en el ambiente, no pulverizar las hojas, ya que podrían acabar pudriéndose, es preferible utilizar el método de las piedrecitas bajo la maceta que os he explicado en otras ocasiones.
Se puede multiplicar mediante semillas, cuando el bulbo que se forme a partir de la semilla sea lo suficientemente grande, la nueva planta florecerá.
Aunque se pueden conservar de un año para otro como he explicado antes, muchas veces no se hace, ya que con el paso del tiempo las floraciones son cada vez más escasas.